GREGORIO MENÉNDEZ escritor y poeta argentino (n. Laprida 1917 - f. Ramos Mejía 1977)

domingo, 11 de agosto de 2013

MI PATRIA Y MI BANDERA


Gregorio Menéndez, escritor argentino (1917-1977)
del libro "CANTARES PARA DOS ROSTROS"
 Editorial:    Francisco A. Colombo   15-06-1966 

miércoles, 31 de diciembre de 2008

PRESAGIO


    A verdes campos dormidos
    despierta en luz, la alborada,
    surgiendo al aire los trinos
    de una esperanza añorada.

    La brisa, canto de mar,
    acoje a niño inocente
    y en curativo cantar
    lo conduce buenamente.

    Ora canta, ríe, brinca,
    en reverso diferente,
    toda natura es distinta
    en la despejada frente.
    . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

    Una lágrima escapada
    es un himno hacia la vida.
    Ayer, sonrisa mentida;
    hoy, mi lágrima agraciada.

    Que mil lágrimas nos bañen,
    antes que sonrisas muertas,
    como aquellas que restañen:
    claras, profundas y ciertas.


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Gregorio Menéndez
Cantares para dos rostros
pág.40 Editado el 15/06/66

DESASOSIEGO


    Bajo la austeridad que lo deprime
    se erige su niñez sobresaltada,
    crece en su conciencia atormentada,
    jamás del todo la vida lo redime.

    A cuestas carga y sigue el derrotero,
    vislumbra mas luego, alucinado,
    creyendo alcanzar lo tan ansiado,
    avanza un momento... cae empero.

    Tambaleante por dentro, firme afuera,
    no es llegar lo que más le desespera;
    compara, piensa, siente, en su camino

    faltó niñez, cimiento, o sol levante.
    El introito austero fue imperante
    tentáculo opresor de su destino.

    ______________________

Gregorio Menéndez
Cantares para dos rostros pág. 33
Editado el 15/05/66

domingo, 11 de mayo de 2008

TU INMENSA SOLEDAD

Aquí vengo mar
a compartir tu desventura
de presuntiva inmensa soledad.
Despiadadamente sola
golpea tu locura
la abrupta terquedad.

Mas no la quebrarás
ni has de pulir jamás su tosca piedra
de erguida obstinación.
Vano intento.
Caudalosamente vienes
–rompiente por el choque–
y en suspiros te vas.

Pérgola multicolor
de húmedas perlas
que esparcidas y raudas,
aromadas de brisa,
retornan a ser mar.

Lágrimas de impacto estremecidas,
fugaz por el aire impotentadas. . .
se muestran suspendidas
una fracción nomás,...
y al desplomarse
bendicen fascinante
tu inmensa soledad.

Gregorio Menéndez (1917 - 1977)

viernes, 11 de enero de 2008

CUANDO PERDIDA FE VAS POR EL MUNDO

". . . errante peregrino, entre tinieblas desespero y dudo". G. Núñez de Arce


Cuando perdida fe vas por el mundo
y a tientas trastabillas vacilante,
dudas que tu mismo existes, vas errante,
al son silencioso y gemebundo.

Del blasón inquebrantable en tu conducta,
- consuelo irreductible de dolores-
sientes gemir la voz de tus amores
que intenta conmover cimiento y ruta.

Ríes, . . . sin deleite en plena vida,
lloras, . . . sin lágrima vertida,
llevando enancada en lo profundo

una cruz hermanada de tu pecho . . .
No hallarás descanso ni en tu propio lecho
cuándo perdida fe vas por el mundo.

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Autor:   Gregorio Menéndez (f)   Laprida, Argentina
Libro: CANTARES PARA DOS ROSTROS pág. 39
Editorial: Don Francisco A. Colombo 15/Junio/1966

ALMA que ha quedado muda

ALMA que ha quedado muda
de una tarde suspendida,
ve lejanos los jardines. . .
y en la noche caminante
la persigue. . . el acorde
musical de los violines.

Ya no va, como iba antes,
aunque siente
el susurro inquebrantable
de un albor,
todo tiene. . .
mas no tiene ya el amor.

En la hora vespertina
de sol pleno, acariciante,
cual ciego del amor camina,
sintiendo solo en lo externo
naturaleza radiante . . .
Pero adentro. . . trashumante:
¿Es de noche o es de día?. . .

Alma que ha quedado muda
de una tarde suspendida,
se hizo noche prematura
. . . y es de día.
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autor: Gregorio Menéndez
CANTARES PARA DOS ROSTROS pág 64

SI EL LIBRO DE MI VIDA SE ENVEJECE

(A mis tres más recordadas maestras de grado: Nélida Minvielle, 
Carmen Guidoni e Isabel Rodriguez, con respetuoso afecto)

Si el libro de mi vida se envejece
flamígera e indemne habrá una hoja,
de profundo sentir épica glosa,
que por sí sola al libro restablece.

Carilla inspiradora de soneto,
página blanca con letra de amistad,
distinguida, señalada en hermandad,
con filetes dorados de respeto.

Quieta y latente -imperio de la vida-
enhiesta, majestuosa, definida
en ejemplo fecundo advierto crece...

Página de ayer, presente y venidera,
que entre selectas hará de primavera
si el libro de mi vida se envejece.


Autor: Gregorio Menéndez (f) Laprida, Argentina
Libro: CANTARES PARA DOS ROSTROS pág. 29
Editorial: Don Francisco A. Colombo 15/Junio/1966

TU NOMBRE



Cuando vislumbre, ya, que no me quieres;
renuncio, dejo todo y no reincido,
proseguiré la vida sin sentido,
sin musa, inspiración y sin deberes.

Tan solo imprescindibles menesteres
que mantengan mi ser indefinido
y aunque nadie me diga: “un ser vencido”,
muerta estará la luz en mis haberes.

Sinónimo de escritos, querer tanto,
universidad del esperanto– 
no concibe dobleces, ni desplante...

Las zarzas traicioneras, a mi paso,
hiriéndome en su idioma de fracaso
no han de borrar tu nombre un solo instante.

Gregorio Menéndez
MI HORA CERO Y OTROS POEMAS pág. 39
Editorial: Francisco A. Colombo 22-10-1975

JEROGLÍFICO



A veces miro y no te veo
pero las mas te veo sin mirarte...
No es menester mirarte para verte
porque aún sin verte ya te admiro.

Sin pretenderlo lograste iluminarme
en lo mas ejemplar y en lo divino...
Por eso te veo sin mirarte
y agradezco el haberte conocido.

No me preguntaré si tu has estado
o si habiéndolo estado ya te has ido...
No te habrás ido si has estado
a la vera fugaz de mi camino.

Gregorio Menéndez
CANTARES PARA DOS ROSTROS pág. 36
Editorial: Francisco A. Colombo 15-06-1966

REYES MAGOS


Vienen de muy lejos
en sus tres camellos
legando a raudales
mágicos juguetes.
Carga milenaria

que perdura siempre
nobles mercaderes 
truecan por sonrisas
todos sus enseres.

Felices los niños . . .

Felices los Reyes
que son compensados
con la tierna risa.
Van iluminados
y en nobles recintos
así van dejando
mensaje sagrado.

Los niños dormidos

están entreviendo
su gira grandiosa,
por eso es que a veces
hasta se conforman
con poquita cosa;

y otras que son muchas

no habiendo reveses 
todos los anhelos
les colman con creces.

Ya se van muy lejos

con sus tres camellos,
su paso bendicen
los niños aquellos,
quienes recibieron
la rosa ventura,
ya fuera de lata
su caparazón . . .

Mas algo ha quedado

como suspendido
que acompaña el paso
de la sin razón,
cual magro misterio
de lo indefinido,
cual si fuera el eco
de la desazón . . .

Donde no llegaron,

(pues tampoco Reyes
cruzan los caminos
de la incomprensión);

donde no llegaron

una lluvia suave
hace de gemido,
una lluvia suave
que es llorar de niño,
humedece el alma
de infantil perdón.



© Gregorio Menéndez (Laprida, 1917 - Ramos Mejía 1977)
libro "CANTARES PARA DOS ROSTROS"  págs. 23, 24
Editorial:    Francisco A. Colombo   15-06-1966